Reparación de amortiguadores
Explicamos en detalle cómo recuperamos el rendimiento original de tus amortiguadores: desde el diagnóstico y el cambio de retenes y fluidos, hasta la rectificación de vástagos, el reemplazo de piezas internas y la prueba final en banco. Más seguridad, más confort y un andar parejo en cualquier camino.
¿Por qué es importante?
Un amortiguador en mal estado afecta la estabilidad, aumenta la distancia de frenado y acelera el desgaste de neumáticos y otras piezas. Repararlo a tiempo mejora la seguridad y el confort, y evita gastos mayores.
¿Cuándo conviene reparar?
Cuando hay pérdidas de aceite, vástagos con rayaduras leves que pueden rectificarse, o desgaste interno que admite recambio de sellos, fluidos y componentes sin necesidad de reemplazo completo.
Paso a paso: nuestro proceso
1
Diagnóstico y desarme
Inspeccionamos cada amortiguador y lo desarmamos por completo para detectar el origen de la falla: pérdida de aceite, retenes fatigados, vástago dañado o desgaste en válvulas y guías.
2
Limpieza profunda
Eliminamos aceite degradado, impurezas y sedimentos. Un cuerpo limpio permite trabajar con precisión y asegura la correcta vida útil de los nuevos componentes.
3
Cambio de retenes y sellos
Reemplazamos retenes y sellos para recuperar la estanqueidad del sistema y frenar cualquier pérdida de aceite.
4
Recambio de fluidos hidráulicos
Cargamos aceite hidráulico nuevo, de la viscosidad adecuada, para devolver la presión y la respuesta original del amortiguador.
5
Rectificación y pulido de vástagos
Si el vástago presenta rayas o desgaste, lo rectificamos y pulimos para proteger los nuevos sellos y asegurar un deslizamiento suave.
6
Reemplazo de piezas internas
Sustituimos válvulas, guías y bujes cuando corresponde. Esto devuelve el equilibrio del flujo interno y la consistencia del amortiguador.
7
Armado y sellado
Rearmamos la unidad con pares de ajuste correctos, verificando tolerancias y asegurando un cierre hermético.
8
Prueba y calibración en banco
Medimos eficiencia y resistencia, calibramos la dureza y validamos el rendimiento bajo condiciones simuladas de manejo.
Señales de desgaste
- Pérdidas de aceite visibles en el cuerpo del amortiguador.
- Ruidos o rebotes al pasar por baches o lomos de burro.
- Vibraciones en el volante e inestabilidad en curvas.
- Desgaste irregular de neumáticos y mayor distancia de frenado.
Beneficios de reparar
- Más seguridad: mejor adherencia y control del vehículo.
- Más confort: conducción pareja, sin ruidos ni vibraciones.
- Más vida útil: cuidás neumáticos y otros componentes.
- Más ahorro: reparación profesional vs. recambio completo.
¿Tu auto necesita reparar los amortiguadores?
Si notás ruidos, pérdidas de aceite, rebotes o inestabilidad, es momento de revisarlos. En BG Suspensiones trabajamos con precisión, repuestos de calidad y pruebas en banco para que vuelvas a manejar con tranquilidad.
Preguntas frecuentes
¿La reparación sirve para cualquier amortiguador?
En la mayoría de los casos, sí. Hay modelos sellados o con daños severos en los que conviene reemplazar. Realizamos un diagnóstico previo para recomendar la mejor opción.
¿Cuánto dura la reparación?
Depende del estado y del tipo de amortiguador. Nuestro foco está en la calidad del trabajo y en entregar una unidad probada y calibrada en banco.
¿Pierdo garantía si reparo?
Trabajamos con repuestos de calidad y procesos controlados. En caso de reemplazo total por políticas del fabricante, te lo informamos en el diagnóstico.
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